El pasado 5 de noviembre se cumplió un año desde que asumimos la presidencia nacional de Morena. Se trata, sin duda alguna, del mayor honor que he sentido en mi vida pública y por eso tengo plena conciencia de la enorme responsabilidad que conlleva dirigir este gran movimiento transformador.
Desde el primer instante, nuestra propuesta de trabajo fue ejecutar las acciones necesarias para unir a nuestro movimiento y presentar las mejores candidaturas para las elecciones. En esa fecha, habían pasado ya 59 días del proceso electoral más grande de la historia de México, donde se renovarían 15 gubernaturas, 500 diputaciones federales y más de 20 mil cargos locales, entre presidencias municipales, regidurías y diputaciones locales.
El partido se encontraba en una situación complicada, derivada de un largo conflicto interno. El 30 de octubre de 2019, el Tribunal Electoral había declarado insubsistente el padrón de protagonistas del cambio verdadero. La última sesión del Consejo Nacional había sido el 30 de agosto de 2020 y, a nivel local, más de 18 Comités Ejecutivos Estatales no tenían presidencia, pues quedaron vacantes tras las elecciones de 2018.
También, veníamos de resultados adversos en las elecciones de Durango, en 2019, y Coahuila e Hidalgo, en 2020. Por si fuera poco, afrontábamos el paso de la pandemia de COVID-19 por nuestro país.
La primera acción fue imprimir y poner nuevamente en circulación el periódico Regeneración, este instrumento de identidad, información y formación política que tanto extrañábamos.
En el primer mes a cargo de la dirigencia de Morena, logramos definir la política de alianzas con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM); esto, basado en coincidencias con los principios e ideales de la Cuarta Transformación. Asimismo, se emitieron las 15 convocatorias al proceso interno para elegir a las y los candidatos a gubernaturas.
Se nombró una nueva representación del partido ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, una nueva coordinación jurídica y se integró la Comisión Nacional de Elecciones.
Para el cierre de 2020, se emitió la convocatoria al proceso de elección federal y se construyó la plataforma pertinente, que fue aprobada por el Consejo Nacional, para defender la mayoría en el congreso ante la descarada alianza del PRI, PAN, PRO y las fuerzas conservadoras.
Ante la falta de padrón y la imposibilidad de llevar a cabo asambleas, efectuamos un proceso abierto a la militancia y simpatizantes, donde se registraron más de 12 mil personas para participar en la selección de nuestras candidaturas a la Cámara de Diputados, así como 108 mil aspirantes a los más de 20 mil cargos de elección en el ámbito local.
Con el apoyo de la Comisión de Encuestas del partido, integrada por personas honorables y reconocidas de nuestro movimiento, se realizaron más de mil 196 encuestas de valoración de perfiles y seguimiento electoral.
Ya en la recta final rumbo al 6 de junio de 2021, con la definición de las candidaturas lista y el arranque del periodo de campañas en los distintos espacios del país enfrente, ganamos más de cinco mil impugnaciones ante los tribunales electorales, con relación a nuestros procesos internos de selección.
En tan solo tres meses, construimos una estructura de promoción y defensa del voto en todo el territorio nacional, la cual trabajó como un ejército incansable, visitando casa por casa, barrio por barrio, y comunidad por comunidad. Logramos llegar a 25 millones de personas y alcanzamos el registro más alto de cobertura de casillas que haya tenido nuestro partido: 95%.
Luchamos contra la injusta intervención del INE, que nos canceló 49 candidaturas de última hora. Ante estos ataques, tomamos las decisiones necesarias para poder competir y ganar las elecciones para esos cargos. Los casos más visibles fueron Guerrero y Michoacán. Además, frente a una campaña de persecución, disfrazada de fiscalización, se elaboraron y
entregaron al INE cuatro mil 531 informes de fiscalización de candidatas y candidatos de la coalición Juntos haremos historia.
Finalmente llegó el momento de acudir a las urnas, el 6 de junio, y así lo hicieron más de 49 millones de mexicanas y mexicanos; es decir, cinco de cada 1O ciudadanas o ciudadanos, el 52.6% de la lista nominal. Se trata de la participación más alta en una elección intermedia desde 1997.
Ese domingo nos enfrentamos no solo a la alianza tóxica y criminal del PRIAN, que era respaldada por el INE. Ese domingo, junto al pueblo, contendimos también contra los que sin ser candidatos o ir a elecciones quieren decidir lo que pasa en México, para conservar sus privilegios. Combatimos las mentiras de los medios hegemónicos, las campañas de desprestigio, las noticias falsas e incluso las carretadas de dinero de empresarios que añoran el régimen de complicidades. Defendimos la democracia frente a 25 gobernadores de oposición que -salvo honrosas excepciones- intentaron detener el avance de nuestro movimiento y torcer la voluntad popular.
Nada de eso les funcionó. Ganamos 11 de 15 gubernaturas, la mayoría en la Cámara de Diputados y en 19 congresos locales. Y también triunfamos en 692 municipios, un 75% más de lo que habíamos ganado en 2018.
Morena gobierna hoy, por encargo del pueblo, en 17 entidades federativas, un logro sin precedentes considerando que a la derecha le tomó 78 años ganar 12 gubernaturas y que nunca pudo gobernar la mayoría del país como ahora lo hacemos.
Antes de la elección, Morena gobernaba, a nivel local, al 28.2% de la población del país: más de 35 millones de personas. Ahora, cinco de cada 1O mexicanas y mexicanos –46.39% de la población- vivirán en un estado gobernado por nuestro movimiento; es decir, 58 millones de personas.
Morena se consolidó como el partido de las mujeres. Fuimos el partido que más mujeres postuló a las gubernaturas: ocho, de las cuales cinco obtuvieron el triunfo. En la Cámara de Diputados, nuestra bancada tiene mayoría de mujeres, con 53%, al igual que en los congresos locales. En los últimos 41 años solo siete mujeres habían llegado a un gobierno estatal por la vía de las urnas, mientras que hoy tenemos esa misma cantidad de gobernadoras en total y podemos decir con orgullo que seis de ellas son morenistas.
De la mano de Morena, compañeras y compañeros pertenecientes a diversos grupos como el de migrantes, personas con discapacidad, pueblos originarios y/o afromexicanos, y de la comunidad LGBT, han alcanzado cargos de representación en todos los niveles.
Los objetivos de nuestro partido van más allá de los triunfos electorales. Nuestra aspiración más alta es lograr la regeneración de la vida pública del país. Eso lo vamos a conseguir, siguiendo el ejemplo de nuestro presidente, que ha hecho de cada una de sus acciones un imperativo ético, respetando los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo.
Por eso, se ha dado un acompañamiento inédito al Instituto Nacional de Formación Política y a la Secretaría de Formación Política para dar cursos y capacitar a todas y todos nuestros representantes electos el 6 de junio de 2021: diputados federales, locales y autoridades municipales.
Movilizamos a la ciudadanía para participar en la primera consulta popular de nuestro país, exigiendo juicio político en contra de los expresidentes del régimen pasado, a pesar de los obstáculos del INE.
Abrazamos las medidas de austeridad de nuestro presidente y nos mantuvimos apegados a los principios de hacer una política diferente, cercana a la gente, sin despilfarros ni abusos del dinero. Por ello, a pesar de ser un año electoral, vamos a cumplir el compromiso de devolver el equivalente al 50% de nuestra prerrogativa, 800 millones de pesos, para que no le falten recursos al gobierno en la compra de vacunas contra COVID-19 para todas y todos los mexicanos.
A la fecha, en las 32 entidades del país contamos con responsables de los comités directivos y de la estructura de promoción, lo cual nos permite tener estrategias de organización y comunicación de dimensión nacional. Ello se ha logrado gracias al compromiso del CEN de priorizar la organización sobre cualquier visión burocrática o de interés de grupos o personas, pues sabemos que es nuestra obligación ser el partido más eficaz en la lucha electoral, ser un motor periormativo de la cultura política de México y ser un impulsor de las grandes transformaciones del Estado.
Con el apoyo del Consejo Nacional, el CEN de Morena decidió poner a disposición de la ciudadanía -a través de morena.si- una herramienta única para garantizar un proceso de afiliación y ratificación, tal como lo establecen los estatutos: individual, personal, libre, pacífica y voluntaria, para terminar con viejas prácticas que tanto tiempo nos hicieron perder. El padrón de Morena será patrimonio del partido y no el botín de grupos o personas. Buscamos recuperar y fortalecer la institucionalidad de nuestro partido. Defendemos a cabalidad los preceptos de que Morena no le pertenece a nadie, solo al pueblo, y que son bienvenidas todas las personas de buena voluntad que tengan el anhelo real de un México mejor.
Pero tenemos claro que la prioridad ante todo debe ser siempre la organización para alcanzar el mayor potencial de movilización. Por ello, hemos hecho un llamado, una invitación a lograr una gran alianza popular con la gente, con esa mayoría que simpatiza con nuestro presidente y su proyecto, para que nos organicemos en comités a lo largo y ancho del país, pues esta transformación solo puede lograrse con el apoyo del pueblo.
El mayor esfuerzo de reorganización de nuestro movimiento, desde la elección de 2018, debe concentrarse en la formación de estos comités para defender e informar sobre lo mucho que se ha logrado, para tomar las plazas y calles e impulsar la soberanía eléctrica y la ratificación de mandato. Nada debe distraernos de esa tarea.
Hemos construido los acuerdos para competir de forma plena en las elecciones extraordinarias que tomarán lugar en noviembre y diciembre de este año; en particular, las que conciernen a la senaduría del estado de Nayarit y a las municipales de Nextlalpan y Tlaquepaque.
Estamos listos para el proceso electoral del 2022. Esta semana emitiremos la convocatoria para iniciar el proceso de selección de quienes serán nuestros representantes en los estados de Tamaulipas, Quintana Roo, Oaxaca, Aguascalientes, Hidalgo y Durango. Vamos a ganar con 3 hombres y 3 mujeres estos gobiernos estatales.
Unidad y Movilización son las claves para lograr la continuidad de este proyecto transformador y el cambio de mentalidad del pueblo de México. ¡Que no le falte partido al mejor presidente de la historia reciente de México: Andrés Manuel López Obrador! ¡Que no le falte pueblo organizado en esta transformación! ¡Sigamos haciendo historia!
¡Muchas gracias!