El senador Mario Delgado Carrillo exhortó a la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y demás autoridades competentes a respetar las políticas ambientales y no solapar obras que dañen el medio ambiente, ya que después no habrá dinero que alcance para restituir el daño.
En este sentido, demandó la suspensión de las obras del Tren Interurbano México-Toluca, hasta que se llegue a un acuerdo que impida la devastación del bosque del Ocotal, para así salvaguardar uno de los pulmones más importantes de la Ciudad de México.
Delgado Carrillo, resaltó que antes de continuar con los trabajos del Tren Toluca-Valle De México, es importante escuchar las demandas de los vecinos de la zona, quienes han expresado públicamente su descontento por la tala indiscriminada de árboles, así como, por la negativa de las autoridades federales y locales, de brindarles información, por ejemplo, si existen estudios sobre los daños que podrían generarse en las viviendas cercanas a la construcción y de haberlas cuáles serían las posibles soluciones.
«El Gobierno de la Ciudad y las autoridades delegacionales deben de llevar a cabo mesas de trabajo que permitan un acercamiento con la ciudadanía, con el fin de transparentar la información del proyecto, sobre todo cuando la transparencia no ha sido el fuerte de este gobierno. No es posible que por intereses mezquinos se quiera pasar por encima de quien sea», puntualizó
El presidente de la comisión de la Ciudad de México en el Senado enfatizó, que si bien es importante brindar a la población diversas formas de transporte, no es permisible que se pretenda despojar a los pobladores de un espacio que contribuye a un ambiente sano, mismo al que le han dedicado su vida para preservarlo, mientras que otros con la mano en la cintura lo quieren destruir.
Mario Delgado invitó a la ciudadanía a seguir alzando la voz para que en equipo se pueda evitar que el proyecto “Transporte masivo en la modalidad de tren Toluca-Valle De México” se convierta en un botín político, se puedan conservar intactas las áreas protegidas y se logre mitigar el impacto de la construcción del tren.