El presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, sostuvo que la alianza opositora supone un fracaso de los partidos del antiguo régimen, dado que la búsqueda de un frente común exhibe la desesperación de sus líderes, que infectados por la corrupción, están tan desprestigiados que solos son incapaces de contar con el mínimo apoyo ciudadano.
“Quién nos iba a decir que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ese partido hegemónico se iba a hacer tan chiquito. De él solo queda la cascarita. ¿Y del Partido Acción Nacional (PAN)? Si Gómez Morín, Don Luis H. Álvarez o Manuel Clouthier vieran que el partido que fundaron para luchar contra el sistema, ahora está desesperado por aliarse con el viejo PRI para regresar a un pasado de corrupción, estarían terriblemente decepcionados. Quién diría que el PRI y el PAN tendrían tantas cosas en común ”, señaló Delgado.
En este sentido, puntualizó que al PRI y al PAN los une la corrupción, los privilegios, las complicidades, el nepotismo y un sistema neoliberal que trajo consigo casos escandalosos y vergonzosos como Odebrecht. “La verdad es que sí tienen mucho en común, muchos de sus funcionarios en la cárcel”.
“El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está transformando el país, la vida de la gente y, por tanto, los privilegiados lo están resintiendo. Los intereses de los poderosos y conservadores están siendo afectados mientras que los derechos del pueblo son ampliados. La gente está sintiendo los avances y eso se refleja en la confianza que recibe Morena en cada elección y en el nivel de apoyo de nuestro presidente. En su tercer año tiene una aprobación de más del 70%, cuando a estas alturas, Peña Nieto estaba sumamente desgastado por la Casa Blanca, Ayotzinapa, el fracaso de sus reformas y desbordado por la corrupción. Y ni qué decir de Calderón, que a su tercer año de gobierno tenía el país hecho un cementerio y a narcotraficantes dirigiendo la policía federal” puntualizó el líder morenista.
Finalmente, aseguró que ésta alianza no tiene ninguna novedad, ni ninguna posibilidad de triunfo en 2022, pues los partidos del viejo régimen ya se unieron en la pasada elección en contra de Morena y resultó un estrepitoso fracaso. “No ganaron ni una elección. El pueblo les dió la espalda. De los 13 estados en los que fueron juntos, no ganaron ni una elección. Todas las ganó Morena. Por tanto, reeditar la alianza, su alianza tóxica, es síntoma de desesperación y del éxito de la Cuarta Transformación”.